Soy el alba y el ocaso,
La noche y la mañana,
Y porque no la caída de ambos también?
osea el progreso
Soy la semilla que germina y el árbol que se seca,
La flor marchita y el invierno que florece;
Soy la luz que nubla y la oscuridad que ciega,
El rayo verde que fertiliza, el fuego azul que purifica.
Soy el principio y el fin,
Y porque no ser ningunos?
Soy el soplo de las erinias,
El veneno que tranquiliza;
La burbuja de aire en tu sangre,
La espina en tu cuello,
La hoguera de la justicia.
Soy el eco del dolor,
Soy el odio y la razón;
Soy el opio que te seduce,
El fruto podrido que lame tus labios;
La sarna en tu piel,
El clavo oxidado traspasando tu mano.
Soy el gemido en tus sueños,
Soy el orgasmo que arremete,
Soy el falo que desmiembra,
Soy el Razaheil que desgarra.
Soy la idea que calcina,
La verdad hecha mentira,
La realidad adulterada,
Tus pensamientos blasfemos y porque no ser
también tu malogrado pulmón?
Soy tu esperanza hecha ceniza,
Soy el polvo que te asfixia,
La droga que te esclaviza;
Soy el metal frío en tus muñecas,
El beso de la muerte que anonada,
Murmullos perdidos en la nada,
La dulce sangre que se escurre.
Soy el tubo que te da aliento,
El chasquido del silencio;
Soy el rasguño en la pared,
Soy el halo del tormento,
Soy uno o ningún momento.
Soy la musa inmutada en el mar,
La arena tenue disuelta en el viento,
Soy letra... soy ira
Soy el lucero de los Tiempos.
Poesía: Ivan Pons
Ilustración: Mariela Corzo
